Estadística presentada por Alta Consejería para la Seguridad En Santa Marta homicidios aumentan el 12%
Masacres, secuestros, atentados te-rroristas, ex-torsiones, siguen copando la atención del público en las secciones judiciales de los medios de comunicación, alimentando el morbo y una percepción de miedo ante este tipo de información que a diario sacude a Santa Marta.
Pero lo paradójico del caso es que ante la oleada criminal que no cesa, las acciones en contra de la delincuencia tampoco paran. En teoría, la llegada de la Policía Metropolitana en el Distrito combatiría con mayor efectividad los delitos.
Con 500 uniformados en principio y 400 más en una segunda tanda, esta fuerza sería la que definitivamente acabaría con la inseguridad en Santa Marta, pero nada cambió.
Desde su llegada en agosto índices como el secuestro y los homicidios aumentaron considerablemente, sin contar con los actos terroristas producto de las extorsiones.
¿Qué falla entonces? ¿Acaso la estrategia? Muchos opinan que la cuestión no es tener muchos policías, sino saberlos ubicar en las zonas estratégicas.
Y es la exigencia que hacen constantemente líderes comunales, que cansados de observar la proliferación de delincuentes en sus cuadras, imploran ante las autoridades del Distrito mayor atención.
Según fuentes consultadas en la Alta Consejería Presidencial para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana (Acpcsc), en el Distrito de Santa Marta hay detectados 16 barrios que están priorizados para intervenir por la alta concentración de delitos de mayor impacto.
Para la Acpcsc factores como las Bacrim, las pandillas, la falta de instituciones educativas, problemas en la alimentación, ausencia de valores en la crianza y hasta infidelidades y celos en el núcleo familiar, aumentan el riesgo de la permanencia de los delitos en esas zonas.
Según Liana Pulido Riaño, de la regional Caribe de la Alta Consejería para la Seguridad, desde la institución se tiene el compromiso que para el 2012 Santa Marta inicie por los menos 20 planes de acción para la seguridad y convivencia que busquen conductas preventivas.
La solución a la reducción de los actos violentos debe ir enmarcado con profundos planes del orden social que faciliten un mejor status de vida a las comunidades más necesitadas.
Problema mayor
Los índices de criminalidad en Colombia van en aumento, del 2010 al 2011 se incrementó un 7% y en lo que va del 2012 la cifra tiende a aumentar.
Desde el punto de vista de los derechos humanos, la Procuraduría General de la Nación ha seguido de cerca este fenómeno. Paula Ramírez, Procuradora delegada en esta área, describe con lógica que a mayores índices de seguridad, menores serán los de criminalidad.
El inconveniente, según la funcionaria, es que en la práctica no se ve, ya que obstáculos como la corrupción influyen en la percepción y no satisface a la población local. "Hay que incentivar el fortalecimiento de la cultura de la legalidad y a su vez construir cimientos para una cultura de la denuncia", explica la funcionaria.
Ineficacia de los Consejos de Seguridad
Uno de los puntos más criticados por la comunidad son los resultados a la hora de reaccionar frente a los hechos delictivos.
Los llamados Consejos de Seguridad son la manera de planificar el camino hacia la solución del problema, pero para el especialista en el tema, Hugo Acero, distan mucho de ser la forma más afectiva de organizarse para enfrentar los delitos.
"Los Consejos de Seguridad se han vuelto un elemento protocolario, donde se sientan una serie de funcionarios a escuchar unas cifras", comenta Acero Velásquez, Sociólogo de la Universidad Nacional y quien ha sido asesor de seguridad de la Presidencia y de la Alcaldía de Bogotá.
Cuestiona para qué sirven y se reafirma en que a este tipo de reuniones deben hacérseles revisiones profundas en su contenido. "Hay que fortalecerlos para activar su importancia, involucrando en ellos más organismos del Estado como por ejemplo los Consejos seccionales de la judicatura o el Inpec.
Pero la raíz de todo el crecimiento delincuencial radica no sólo en las acciones que se toman para enfrentarlo, si son buenas o no, también en la manera como están estructurados y coordinados los entes que manejan la seguridad en el país.
"Mientras la delincuencia organizada está organizada, las autoridades no lo están", critica Hugo Acero, quien considera que no existen organismos que le pidan cuenta a instituciones como la Policía, la Fiscalía y el Consejo Superior de la Judicatura.
También analiza que hay conceptos que se deben revaluar como el hecho que el microtráfico de drogas es hoy por hoy un gran tráfico dentro de las ciudades.
Y que fenómenos como la extorsión ha tomado tanta fuerza como delito en Latinoamérica que en algunos países se considera como la renta más pagada, creándose una especie de mal llamada 'cultura tributaria'.
Estadísticas entregadas por Policía y la Acpcsc en saldo rojo asesinatos y robos
Un mal balance viene arrojando la seguridad en la ciudad de Santa Marta en lo que va corrido del 2012. Datos a 31 de agosto del presente año, dan cuenta de un aumento significativo en delitos como homicidios y hurtos.
Según el Sistema de información estadística de la Policía Nacional (Siedco) de las 20 ciudades priorizadas dentro de las Políticas nacionales de seguridad y convivencia ciudadana, programa dispuesto por la Presidencia de la República, la ciudad de Santa Marta es la segunda capital del país en la que en mayor porcentaje aumentaron los casos de homicidios.
Entre agosto del 2011 y agosto del 2012, la ciudad obtuvo un incremento en un 12% en los asesinatos, superado sólo por Cartagena con 22%.
El comparativo deja aún mal parada a la ciudad cuando en capitales como Medellín se redujo en un 31%; Bogotá cayó en 17% y Villavicencio en 22%.
La cosa se pone peor cuando de hurtos comunes se trata, Santa Marta se lleva el primer lugar con un 26% de aumento en los robos callejeros. De las veinte ciudades priorizadas para la política de seguridad, 16 presentan descensos significativos, el mejor ejemplo lo da Bogotá con un 18%.
También creció en los recientes meses en el robo de vehículos con un 26%, mientras motocicletas la reducción fue notoria en un 37%.
Si bien es cierto la percepción de los casos de extorsión se mantienen vigentes por los atentados perpetrados en semanas anteriores, según las estadísticas este delito presenta una baja de un 12% entre agosto del 2011 y agosto del 2012.
Ciudades capitales como Barranquilla con un 65% y Manizales con un 83% se llevan los primeros puestos donde el delito aumentó, mientras que en Ibagué está prácticamente erradicado.
El resultado del estudio conllevó a que fueran asignados para Santa Marta siete nuevos fiscales especializados, cuatro asistentes de fiscal y 29 investigadores más, con el fin de fortalecer el sistema judicial local.
Fuente El Informador