Crece presión internacional para liberación del periodista francés
Naciones Unidas, la Unión Europea, el Gobierno de Brasil, la influyente ONG Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se sumaron en las últimas horas a las voces que desde todo el mundo exigen la liberación del periodista francés Roméo Langlois, desaparecido desde el pasado fin de semana en Caquetá tras un combate entre las FF. MM. y las Farc. (Lea también: Militares descartan operación de rescate del periodista francés)
Todd Howland, representante en Colombia de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, "urgió" a las Farc a "dar al reportero Langlois un trato digno y a dejarlo en libertad, si se encontrara en su poder, sin condiciones y de forma inmediata".
En la misma vía, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, señaló que el periodista debe ser liberado cuanto antes. "Las Farc, solo unas semanas atrás, anunciaron que renunciaban al secuestro como medio de obtener ingresos o presión política -dijo Ashton a través de un portavoz-. En su momento la alta representante dio la bienvenida a este anuncio. A este respecto, el caso de Langlois, un civil, constituye ahora una prueba de sinceridad para la guerrilla". (Lea ademas: Sigue búsqueda de periodista francés tras versión de posible secuestro)
Ashton reiteró el llamado "para que las Farc presten finalmente atención a la demanda del pueblo colombiano por una paz sostenible, en democracia y con pleno respeto a los derechos humanos".
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, señaló también que el caso Langlois es una prueba de fuego para el anuncio de las Farc de proscribir el secuestro de civiles. "La guerrilla tiene que demostrar qué tan genuino fue el anuncio de dejar de secuestrar o si se trató simplemente de un hecho propagandístico". Si bien las Farc no se han pronunciado oficialmente sobre la versión de que consideran 'prisionero de guerra' al periodista, Vivanco consideró "absurdo" y "sin ningún tipo de base jurídica" el solo planteamiento.
"Deben respetar su integridad física, liberarlo incondicionalmente y a la mayor brevedad, asegurándose de que no corra riesgo alguno. Un periodista no es combatiente y no forma parte del conflicto", dijo Vivanco.
Ya la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también había recordado que los periodistas, "pese a exponerse a riesgos derivados del conflicto, no pierden por ello su condición de civiles". (Lea además: Colombia y Francia exigen a las Farc cumplir promesa de no secuestrar)
Hoy, el Día Mundial de Libertad de Prensa, cada uno de los periódicos del país congregados en Andiarios publicará un aviso exigiendo el regreso del periodista. El martes, la declaración de una supuesta guerrillera, todavía no reivindicada por el secretariado, calificó a Langlois de "prisionero de guerra".
Brasil ofrece apoyo
A su llegada al país para asistir a la cumbre de ministros de Defensa de Unasur, el brasileño Celso Amorín ofreció los buenos oficios de su gobierno para un eventual operativo de liberación del francés. También fue enfático en señalar que "si lo tienen las Farc, tienen que liberarlo".
Por su parte, el ministro Juan Carlos Pinzón señaló que no se intentará un rescate y reiteró que en la zona no se desarrolla operación alguna con ese objetivo. Fuentes de inteligencia señalaron que los guerrilleros del frente 15 que se llevaron al corresponsal se dirigieron en canoas hacia el sur, con rumbo al municipio de Remolinos del Caguán. Ese frente y el 48 controlan los negocios de narcotráfico en la zona: decenas de laboratorios y unas 3.000 hectáreas de coca. (Santos les exige a las Farc que 'liberen' al periodista francés)
Todd Howland, representante en Colombia de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, "urgió" a las Farc a "dar al reportero Langlois un trato digno y a dejarlo en libertad, si se encontrara en su poder, sin condiciones y de forma inmediata".
En la misma vía, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, señaló que el periodista debe ser liberado cuanto antes. "Las Farc, solo unas semanas atrás, anunciaron que renunciaban al secuestro como medio de obtener ingresos o presión política -dijo Ashton a través de un portavoz-. En su momento la alta representante dio la bienvenida a este anuncio. A este respecto, el caso de Langlois, un civil, constituye ahora una prueba de sinceridad para la guerrilla". (Lea ademas: Sigue búsqueda de periodista francés tras versión de posible secuestro)
Ashton reiteró el llamado "para que las Farc presten finalmente atención a la demanda del pueblo colombiano por una paz sostenible, en democracia y con pleno respeto a los derechos humanos".
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, señaló también que el caso Langlois es una prueba de fuego para el anuncio de las Farc de proscribir el secuestro de civiles. "La guerrilla tiene que demostrar qué tan genuino fue el anuncio de dejar de secuestrar o si se trató simplemente de un hecho propagandístico". Si bien las Farc no se han pronunciado oficialmente sobre la versión de que consideran 'prisionero de guerra' al periodista, Vivanco consideró "absurdo" y "sin ningún tipo de base jurídica" el solo planteamiento.
"Deben respetar su integridad física, liberarlo incondicionalmente y a la mayor brevedad, asegurándose de que no corra riesgo alguno. Un periodista no es combatiente y no forma parte del conflicto", dijo Vivanco.
Ya la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también había recordado que los periodistas, "pese a exponerse a riesgos derivados del conflicto, no pierden por ello su condición de civiles". (Lea además: Colombia y Francia exigen a las Farc cumplir promesa de no secuestrar)
Hoy, el Día Mundial de Libertad de Prensa, cada uno de los periódicos del país congregados en Andiarios publicará un aviso exigiendo el regreso del periodista. El martes, la declaración de una supuesta guerrillera, todavía no reivindicada por el secretariado, calificó a Langlois de "prisionero de guerra".
Brasil ofrece apoyo
A su llegada al país para asistir a la cumbre de ministros de Defensa de Unasur, el brasileño Celso Amorín ofreció los buenos oficios de su gobierno para un eventual operativo de liberación del francés. También fue enfático en señalar que "si lo tienen las Farc, tienen que liberarlo".
Por su parte, el ministro Juan Carlos Pinzón señaló que no se intentará un rescate y reiteró que en la zona no se desarrolla operación alguna con ese objetivo. Fuentes de inteligencia señalaron que los guerrilleros del frente 15 que se llevaron al corresponsal se dirigieron en canoas hacia el sur, con rumbo al municipio de Remolinos del Caguán. Ese frente y el 48 controlan los negocios de narcotráfico en la zona: decenas de laboratorios y unas 3.000 hectáreas de coca. (Santos les exige a las Farc que 'liberen' al periodista francés)
Ocho frentes de Farc asedian Caquetá
Con presencia de cerca de 1.500 guerrilleros de ocho estructuras, y de no menos de 1.000 milicianos o miembros de redes de apoyo, Caquetá sigue siendo uno de los departamen- tos donde mayor fuerza tienen las Farc.
Por la zona se mueven jefes históricos de ese grupo, como 'Fabián Ramírez', y otros más recientes que, como alias el 'Paisa', se han ganado espacio en la guerrilla a punta de violencia.
"En Caquetá no hay bandas criminales ni Eln. El departamento está afectado por la concentración del Bloque Sur, que aglutina el mayor número de frentes en la región", dice el coronel Carlos Vargas, comandante de la Policía. Este año, entre enero y marzo, la guerrilla ha cometido 33 ataques,entre estos el que le quitó la vida a una familia en Río Negro, cuando varios cilindros bomba cayeron en su humilde casa.
En esta región, la guerrilla defiende el narcotráfico (más que los cultivos, los laboratorios) y varios corredores de seguridad en una zona selvática que le resultan estratégicos. Allí hay presencia de los frentes 3, 15, 14, 49, 62 y 63, además de la columna móvil
'Teófilo Forero', así como estructuras que responden directamente a los jefes del Bloque Sur. Hacia la zona se han movido grandes grupos de guerrilleros que estaban asignados a los anillos de seguridad de los miembros del secretariado abatidos.
El combate en La Libertad
Los cartuchos de fusil AK 47, esparcidos frente a la vivienda de doña Bella Elsa Cardosa, son parte de las huellas que dejaron los enfrentamientos del sábado en la vereda La Libertad, a siete horas por carretera de la inspección de la Unión Peneya, Caquetá, donde fue secuestrado Roméo por el frente 15 de las Farc.
"Los sobrevuelos comenzaron como a las 6 de la mañana; después, los desembarcos y luego, las ráfagas; de ahí los que pudimos nos fuimos", dice Dubán Ramírez, habitante de la región.
La vereda, de unos 20 kilómetros cuadrados, está conformada por una pequeña cadena de montañas que sirvieron de refugio a los guerrilleros.
La mayoría de la gente, que ya conoce lo que sigue al sobrevuelo de las aeronaves militares, alcanzó a salir para los caseríos vecinos de San Isidro y Morelia.
En medio del fuego, y abandonados, quedaron unos 15 ranchos de madera, que se convirtieron en trincheras de la guerrilla. "A un señor le mataron un caballo. A mí me tocó meterme con las niñas debajo de la cama", dice doña Bella, que terminó con varias tejas baleadas.
Para los habitantes de La Libertad la historia del periodista francés solo la han escuchado por la radio. "Por acá no vimos nada", narra una mujer.
En la maleza estaban todavía ayer los cambuches que sirvieron de hospitales para los guerrilleros. "Encontramos guantes, jeringas, suero y mucha sangre", dice Óscar Pavón, campesino que acepta que los combates son por los cultivos de coca.
"Para nadie es un secreto que mucha de nuestra gente vive de la coca. El Estado nos tiene en el olvido, sino miren esa carretera", protesta Arcenio González, líder de la zona.
Por la zona se mueven jefes históricos de ese grupo, como 'Fabián Ramírez', y otros más recientes que, como alias el 'Paisa', se han ganado espacio en la guerrilla a punta de violencia.
"En Caquetá no hay bandas criminales ni Eln. El departamento está afectado por la concentración del Bloque Sur, que aglutina el mayor número de frentes en la región", dice el coronel Carlos Vargas, comandante de la Policía. Este año, entre enero y marzo, la guerrilla ha cometido 33 ataques,entre estos el que le quitó la vida a una familia en Río Negro, cuando varios cilindros bomba cayeron en su humilde casa.
En esta región, la guerrilla defiende el narcotráfico (más que los cultivos, los laboratorios) y varios corredores de seguridad en una zona selvática que le resultan estratégicos. Allí hay presencia de los frentes 3, 15, 14, 49, 62 y 63, además de la columna móvil
'Teófilo Forero', así como estructuras que responden directamente a los jefes del Bloque Sur. Hacia la zona se han movido grandes grupos de guerrilleros que estaban asignados a los anillos de seguridad de los miembros del secretariado abatidos.
El combate en La Libertad
Los cartuchos de fusil AK 47, esparcidos frente a la vivienda de doña Bella Elsa Cardosa, son parte de las huellas que dejaron los enfrentamientos del sábado en la vereda La Libertad, a siete horas por carretera de la inspección de la Unión Peneya, Caquetá, donde fue secuestrado Roméo por el frente 15 de las Farc.
"Los sobrevuelos comenzaron como a las 6 de la mañana; después, los desembarcos y luego, las ráfagas; de ahí los que pudimos nos fuimos", dice Dubán Ramírez, habitante de la región.
La vereda, de unos 20 kilómetros cuadrados, está conformada por una pequeña cadena de montañas que sirvieron de refugio a los guerrilleros.
La mayoría de la gente, que ya conoce lo que sigue al sobrevuelo de las aeronaves militares, alcanzó a salir para los caseríos vecinos de San Isidro y Morelia.
En medio del fuego, y abandonados, quedaron unos 15 ranchos de madera, que se convirtieron en trincheras de la guerrilla. "A un señor le mataron un caballo. A mí me tocó meterme con las niñas debajo de la cama", dice doña Bella, que terminó con varias tejas baleadas.
Para los habitantes de La Libertad la historia del periodista francés solo la han escuchado por la radio. "Por acá no vimos nada", narra una mujer.
En la maleza estaban todavía ayer los cambuches que sirvieron de hospitales para los guerrilleros. "Encontramos guantes, jeringas, suero y mucha sangre", dice Óscar Pavón, campesino que acepta que los combates son por los cultivos de coca.
"Para nadie es un secreto que mucha de nuestra gente vive de la coca. El Estado nos tiene en el olvido, sino miren esa carretera", protesta Arcenio González, líder de la zona.
JOHN MONTAÑO
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO
VEREDA LA LIBERTAD (CAQUETÁ)
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO
VEREDA LA LIBERTAD (CAQUETÁ)