Después de 667 días de la muerte de la niña recién nacida Claritza Ternera Palma, fue condenada a 37 años y seis meses de cárcel la estudiante de penúltimo semestre de Enfermería Superior, Eileen María Reyes Santiago.
La condena se conoció al mediodía de ayer al ser proferida por el Juez Segundo Penal del Circuito con funciones de conocimiento, Helder Said Durán Rodríguez.
El fallo fue leído por el funcionario judicial en la audiencia de individualización de pena y lectura de sentencia, realizada en la Sala 2 del Centro de Servicios Judiciales.
A la diligencia asistieron, además del juez, el abogado de la defensa Daniel Sánchez Marmolejo; el apoderado de la víctima José De los Santos Chacín; la señora Olga Concepción Palma Rivas, madre de la víctima; la fiscal Yordani Torres, en reemplazo del titular de ese proceso Alfonso López Ramos y la procesada Eileen María Reyes Santiago, quien luego se retiró al solicitar que no deseaba estar en la audiencia.
Mientras, que en las sillas de los espectadores se encontraban familiares de la víctima y de la procesada.
La procesada llegó temprano, resguardada por guardianes del Inpec. Estaba sentada al lado de su abogado, con una blusa blanca, un jean azul y calzaba zapatillas negras. El cabello negro lo tenía recogido con un moño, tenía argollas metálicas en las orejas y los labios pintados de un rojo carmesí.
Duró poco en la sala de audiencia, porque cuando el juez dio inicio a la diligencia dijo que deseaba retirarse y el juez acogió la petición.
En casi tres horas de la lectura de las piezas procesales, el juez dio a conocer la condena a Reyes por los hechos sucedidos en la tarde del 13 de octubre de 2010 frente a la Clínica de la Mujer, donde Olga Palma media hora antes había dado a luz a su hija.
Aún no le había dado el seno a su bebé que pesó tres mil gramos y midió 55 centímetros, cuando la estudiante de Enfermería de la Universidad Cooperativa de Colombia (UCC), Eileen María Reyes, incursionó en la clínica y la raptó.
LA GOLPEÓ CONTRA EL PISO
Cuando Eileen Reyes entró a la clínica vistiendo su uniforme de enfermera, ya que laboraba en la sala de neonatos del Hospital ‘Fernando Troconis’, en la portería no se dieron cuenta.
Luego en su interior indagó por la niña de Olga Palma y cuando una de las enfermeras se la mostró la tomó en brazos y salió corriendo con ella con dirección a la puerta.
Eileen era seguida por la enfermera que le gritó a la portera que no la dejara salir, pero esta no logró detenerla y salió a la calle.
“Yo no pude aguantarla y salí tras ella, pero resbalé y me caí, entonces, llegué a ver que tomó a la niña por las piernecitas y la azotó contra el suelo, yo no pude resistir lo que veía y me oriné de los nervios”, leyó ayer el juez la declaración de esta testigo, ante de dar a conocer la condena.
El juez continuó dando lectura a los testimonios que comprometieron a la procesada en la muerte de la recién nacida.
Explicó, con base en la versión de las personas que presenciaron el caso, como la niña fue asesinada. Dijo el juez que Eileen Reyes, luego de azotar a la criatura en tres oportunidades contra el pavimento, se apoyó en ella presionándola con el codo.
NO SOPORTÓ LOS TESTIMONIOS
La madre de la niña, Olga Palma, en un principio se mostró serena escuchando las versiones de los testigos que explicaban cómo habían dado muerte a su recién nacida hija.
Pero hubo un momento en que se quebrantó y comenzó a llorar fuertemente en el estrado. No pudo soportar el llanto y se levantó de la silla y salió para dirigirse al baño acompañada de una de sus familiares.
“Estamos en presencia de un asesinato contra una criatura en estado de la mas completa indefensión, de una niña que no alcanzó a tomar el seno materno”, continuó explicando el juez antes de dar el fallo.
La recién nacida murió con trauma contundente y registraba, además, laceraciones corporales y deformación craneana.
ARGUMENTOS DE DEFENSA
El Juez Helder Durán además de contar la forma brutal en que la estudiante de enfermería dio muerte a la bebé, también expuso sobre los argumentos y alegatos de la defensa.
“La procesada actuó aturdida, porque no tenía conciencia de la ilicitud de la conducta, es decir, estaba esquizofrénica y con locura transitoria”, según el criterio de la defensa.
El abogado Daniel Sánchez Marmolejo a través del proceso alegó que se estaba frente a un caso de inimputabilidad, tesis que apoyó con el criterio de una médico psiquiatra, pero que a la postre no prosperó.
Con ese razonamiento el defensor argumentó que su defendida no podía ser condenada sino sometida a una medida de seguridad por su estado demencial.
SE ACOGIÓ TESIS DE MEDICINA LEGAL
En desarrollo del juicio contra Eileen Reyes salieron a relucir los conceptos médicos forenses de la psiquiatra del Instituto de Medicina Legal y de la psiquiatra llevada al juicio por el abogado de la defensa.
El juez acogió el análisis hecho por la médica Astrid Arrieta Molinares, del Instituto de Medicina Legal de Barranquilla, que argumentó que la procesada se encontraba en buen estado de salud mental y que, además, simulaba estar demente.
Por su parte, la médica que representaba los intereses de la defensa Carolina López Carreño, sostuvo que Eileen Reyes actuó en un estado de demencia.
El juez igualmente se fundamentó en lo expuesto por el Fiscal Alfonso López, al indicar que la procesada al entrar a la clínica no escogió a una bebé al azar, sino que preguntó por la hija de Olga Palma.
“Es decir, ella actuó con conocimiento pleno”, remató el juez para argumentar la sentencia condenatoria.
¿CUÁLES FUERON LOS MÓVILES?
En el juicio no quedó demostrado el motivo que tuvo Eileen Reyes para dar muerte a la niña al golpearla contra el piso.
Se ventilaron varias circunstancias, pero a medida que avanzaba el proceso se iban descartando.
Se llegó a decir de manera extraprocesal que los móviles fueron los celos de Eileen Reyes hacia su exnovio, el vigilante de la puerta de la sala de emergencia de la clínica Mar Caribe.
Estas versiones fueron acogidas por el Fiscal que ordenó una prueba de ADN para con estas personas, incluyendo a la menor víctima, la cual resultó negativa.
El abogado de la defensa por su parte, seguía con su tesis de la inimputabilidad, argumentando que había que haber un motivo y ese era la demencia transitoria de la procesada, “porque no puede haber un crimen sin móvil”.
En una entrevista que Reyes concedió a la psiquiatra de la defensa le dijo que tenía conocimiento que su exnovio iba a tener un hijo, pero no se profundizó en este aspecto.
El juez argumentó con base en las evidencias y versiones de testigos, que la estudiante de enfermería es una mujer obsesiva y que sus relaciones con Jonathan, su exnovio, fueron difíciles y tormentosas.
También dijo el funcionario que cuando Reyes laboraba como enfermera en la Clínica Mar Caribe, donde también trabajada su excompañero, lo llamaba por teléfono de manera constante.
“Llegó hasta hacer varias llamadas desde el teléfono fijo de la clínica al celular de Jonathan, con un costo de un millón 875 mil pesos, los cuales le fueron descontados de su liquidación, ya que por ese motivo fue retirada”, afirmó el juez.
EL DÍA DE LOS HECHOS
Esa tarde trágica del 13 de octubre, Eileen María Reyes se encontraba laborando como enfermera en la sala de neonatos del Hospital ‘Fernando Trocnis’, entonces, recibió una llamada en su celular y salió corriendo de allí y en una mototaxi se dirigió a la Clínica de la Mujer y cometió el asesinato.
No se llegó a establecer a través de las investigaciones, quién fue la persona que llamó a la estudiante de Enfermería ni qué le dijo, para que ésta saliera apresurada en busca de la hija de Olga Palma.
Eileen fue capturada en flagrancia, en el mismo lugar de los hechos, por un grupo de personas, en su mayor parte mototaxistas que la golpearon con sus casos de seguridad.
La Policía intervino y la rescató de que fuera linchada por el grupo de enfurecidos.
La mujer por las lesiones que registró fue conducida en una patrulla a la emergencia de la Clínica Mar Caribe, donde en esos momentos se encontraba de turno su exnovio, quien la vio cuando era ingresada, pero sin inmutarse.
Eileen María Reyes Santiago se encuentra detenida en la cárcel La Vega de Sincelejo, luego que el juez ordenara su traslado a ese centro asistencial al sostener que estaba en buenas condiciones mentales.
Reyes estuvo por algún tiempo recluida en la Fundación Reencontrarse un centro hospitalario para enfermos mentales ubicado en Puerto Colombia, Atlántico.
Luego que la estudiante de enfermería fuera capturada y cobijada con medida de aseguramiento, fue recluida en la cárcel judicial de Santa Marta, pero por medidas de seguridad fue trasladada por el Inpec a la prisión de Sincelejo.
En ese penal la procesada mostró un comportamiento demencial al despojarse de sus ropas, por lo que tuvo que ser aislada y posteriormente recluida en el citado centro de rehabilitación en el Atlántico.
En una de las sesiones de la audiencia en Santa Marta la procesada también se desnudó y le arrojó las prendas de vestir al juez.
Con estas actitudes la defensa argumentaba que la acusada no estaba en un estado de salud normal.
Luego de la audiencia de ayer el abogado de la defensa dijo que presentará apelación ante el Tribunal de la sentencia contra su cliente.
Mientras, que el abogado de la víctima se mostró complacido con la condena impuesta a la estudiante de enfermería.