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martes, 15 de mayo de 2012


Estampida de Parapoliticos en Magdalena por operativos del CTI


Archivo

 No les ha resultado nada fácil a investigadores del CTI de la Fiscalía dar con el paradero de, por lo menos, 50 dirigentes políticos del Magdalena contra lo que un delegado especializado de la Unidad Nacional Antiterrorismo dictó orden de captura por sus alianzas con el paramilitarismo, en especial el Bloque Norte que comandó Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.
Desde el sábado pasado, como lo informó EL HERALDO, tras las primeras 12 capturas en las poblaciones de Algarrobo, San Ángel y Salamina, e incluso Barranquilla y Santa Marta, la noticia de los arrestos se regó por todo el territorio magdalenense donde “hay mucha gente que se fue huyendo”, dijeron ayer habitantes de diferentes Municipios.
Y no es para menos. Los Pactos de Chivolo y Pivijay, alianzas entre políticos y paramilitares por los que se ordenaron las capturas, fueron suscritos por unos 500 dirigentes, mucho de los cuales salieron elegidos concejales, diputados, alcaldes, gobernadores y congresistas.
De los dos últimos grupos ya hay varios condenados, como Chelo Dávila, Dieb Maloof, Jorge Castro y José Gamarra, entre otros.
“Ahora la Fiscalía está tras la pista de quienes fueron concejales, diputados y alcaldes”, indicó una fuente cercana al proceso penal. En el solo Pacto de Chivolo intervinieron 410 dirigentes, tal y como se lee en el acta que hallaron las autoridades.
De acuerdo con documentos en poder de la Fiscalía, el comunicado a la opinión pública de esta alianza, que se hizo pasar como una convención del movimiento “Provincia Unida por una mejor opción de vida”, fue firmado por Édgar Manuel Castro Castro, del municipio de Plato; Jorge Eliécer Vega, de Ariguaní; Franklin Lozano Pimienta, de Zapayán, y Fernando Mozo, de Pivijay, todos aspirantes a la Asamblea.
Dichos acuerdos permitieron que los políticos apoyados por el Bloque Norte ganaran, para esa época, las alcaldías e hicieran mayoría en los concejos. Es más, en el caso de la Asamblea del Magdalena lograron nueve de las 13 curules e incluso eligieron a ocho de los 19 concejales de Santa Marta.
“El control paramilitar fue total. Se tomaron el poder con la colaboración de los políticos, que ahora dicen que fueron presionados para ello. Tratan de confundir a la Fiscalía”, dijeron otras fuentes magdalenenses consultadas.
Una vez terminen los operativos, la Fiscalía, desde Bogotá, dará a conocer un balance de las capturas. Se conoció que abogados se han acercado al búnker del ente acusador a averiguar si clientes suyos están siendo procesados.
Los dos pactos firmados
Con diferencia de 13 meses y 25 días, políticos y paramilitares sellaron con Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, las controvertidos pactos de Chivolo y Pivijay. El primero fue suscrito el 28 de septiembre de 2000 en La Estrella, corregimiento de Chivolo, e involucró a 410 políticos que sellaron el compromiso con el jefe del Bloque Norte para escoger candidatos a alcaldías y concejos e integrar una lista a la Asamblea con aval del movimiento Provincia Unida. Allí acordaron llevar como candidato único a la gobernación del Magdalena al liberal José Domingo Dávila Armenta. El segundo fue firmado en Santa Marta, el 22 de noviembre de 2001, pero llamado de Pivijay como homenaje a esa población. Alcaldes, concejales y diputados del Magdalena y Cesar dividieron la región en distritos electorales para apoyar al Senado a Dieb Maloof y a Jorge Castro Pacheco y a la Cámara a José Gamarra Sierra y a Gustavo Orozco Jaraba, a cambio de recursos y burocracia.
Por Redacción Regional
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