Este Congreso no volverá a tramitar Reforma a la Justicia
Después de que se hundiera la polémica iniciativa, tanto en Cámara como en Senado, las relaciones entre el Gobierno y el legislativo no atraviesan un buen momento.
El Congreso de Colombia archivó este jueves la polémica reforma constitucional de la justicia en una sesión extraordinaria convocada por el presidente Juan Manuel Santos, después de que durante dos años de debates se introdujeran cambios que blindaban judicialmente a los legisladores.
El Senado hundió la reforma por 73 votos a favor y ninguno en contra, mientras que la Cámara de Representantes lo hizo por 117 votos a favor y también ninguno en contra.
Antes de la votación, los legisladores escucharon a los presidentes del Senado, Juan Manuel Corzo, y de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria, ubicados en el centro de la polémica, ya que habían dado su visto bueno a dicha reforma hace días en medio de la objeción del Gobierno y la indignación de la sociedad.
Los "micos"
Tras ser aprobada esa reforma, en una controvertida sesión de conciliación de las dos cámaras del Congreso que introdujo cambios que hubieran permitido dejar en el limbo procesos judiciales contra gran número de políticos procesados en los últimos años, Santos pidió "archivarla" el pasado 21 de junio.
El mandatario, cuyo partido había propuesto la reforma al Congreso cuando asumió el Gobierno en 2010, consideró que era necesaria la revocación por "objeción integral de inconveniencia general".
Y es que miles de ciudadanos, altos cargos, miembros de las Cortes, académicos, expertos e integrantes de la sociedad civil inmediatamente después de la aprobación denunciaron que esa reforma alimentaba la impunidad y era un atentado contra la Constitución.
Pese a que el periodo de sesiones del Congreso había concluido el 20 de junio, un día después Santos convocó a una sesión extraordinaria para impedir que esa reforma constitucional fuera efectiva.
Con el texto que se aprobó entonces se pretendía, entre otras cosas, la descongestión de los despachos judiciales con medidas dirigidas a dejar en el limbo procesos contra un elevado número de políticos, lo que hubiera permitido incluso su puesta en libertad.
Entre esos políticos se encuentran algunos exfuncionarios del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), así como procesados por vínculos con paramilitares.
Y es que en el capítulo referido al procesamiento de congresistas, ministros y directores de departamentos administrativos, entre otros aforados constitucionales, se establecieron modificaciones introducidas por los propios legisladores para su beneficio personal.
El presidente Santos acogió con satisfacción el hundimiento de la reforma, pese a que cuando fue presentada la defendió con ahínco, mucho antes de que se llevaran a cabo los polémicos cambios.
Noticiascaracol.com, Efe y AP | Noticiascaracol.com
Bogotá
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