SANTA MARTA: NO SOLO LAS BALAS MATAN
Hace unas tres semanas denuncié en la radio local el caso de un niño que murió en medio de una cirugía pero concluida ésta fue entregado, por el cirujano que lo atendió, a la unidad de posoperatorios como si estuviera vivo. También informé que ese mismo fin de semana una mujer murió en la UCI de una clínica de la ciudad ante la imposibilidad de superar una crisis porque quien estaba a cargo de esta Unidad era un médico general sin certificación ni entrenamiento para ello.
El pasado 8 de agosto al padre de un buen amigo le practicaron una angioplastia más stent en el corazón; todo parecía normal a las 9 de la noche cuando de él se despidieron y lo dejaron confiados al cuidado de la Clínica de la Fundación Cardiovascular de Santa Marta. A las 5 de la mañana del día siguiente mi amigo y sus familiares fueron notificados de su deceso, sin más explicación que eso, que murió.
Me di entonces a la tarea de investigar sobre las circunstancias de la muerte de este paciente y amigo, hoy desaparecido. En resumen pude precisar que luego de la cirugía el paciente fue trasladado a la UCI donde fue recibido por un médico general que no contaba con la experiencia ni el entrenamiento para estar a cargo de este tipo de Unidades. A las 7 pm hubo cambio de turno en la UCI y ésta quedó a cargo de un médico internista recién graduado sin entrenamiento ni certificación para cumplir esa tarea. A las 11 pm la historia clínica registra una incidencia en el paciente a la altura de la ingle. No obstante no figura en ella que se hubiere adelantado seguimiento alguno ni procedimiento particular. Y por último solo quedó la anotación que a las 4 am se produjo su muerte.
La Resolución 1043 de 2006 y sus anexos 1 y 2 establecen las condiciones que deben cumplir los Prestadores de Servicios de Salud para habilitar sus servicios e implementan el componente de auditoría para el mejoramiento de la calidad de la atención. (Ver RES 1043 DE 2006: sdrv.ms/PLd2Zj)
En materia de recursos humanos, con el Anexo 1 se exige que toda Unidad de Cuidado Intermedio Adultos, Cuidado Intensivo-Adulto debe estar compuesta por un especialista en cuidado intensivo, cirugía general, anestesia o medicina interna y será responsable del paciente, al que debe atender de forma presencial y estará asignado de manera que haya cubrimiento las 24 horas. El control hospitalario podrá ser realizado por un médico general con entrenamiento certificado en el área. Deberá contar igualmente con una enfermera profesional con especialización, estudios de postgrado o experiencia demostrada en cuidado critico y auxiliares de enfermería quienes deben dar atención presencial y ser asignados de manera que haya cubrimiento las 24 horas. (Ver ANEXO 1 NUMERAL 1.14: sdrv.ms/QOWYuu)
En cuanto a dotación, toda Unidad de Cuidado Intermedio Pediátrico y Adulto, Cuidado Intensivo Pediátrico y Adulto y Unidad de Quemados debe contar con ventilador de transporte, Monitor con trazado electrocardiográfico, monitoreo de gasto cardíaco y monitor de transporte, entre otros. (Ver ANEXO 1 NUMERAL 3.7: sdrv.ms/OdvbV3)
Pero estos requisitos no los cumplía ni hoy los cumple la UCI de la Fundación Cardiovascular de Santa Marta.
Entrevisté entonces a un médico sobre estas falencias en la prestación del servicio y afirmó que “si por la atención de UCIs con médicos generales, la ausencia de computador de gasto cardiaco y la ausencia de intensivistas fuera entonces deberían estar cerradas todas las clínicas de Santa Marta”.
Más grave aún es saber cómo funciona esta Clínica en su interior. Una enfermera contactada por mí precisó que “la UCI donde murió el paciente está sin jefe y la maneja a distancia el Dr. Ariza, Cirujano Cardiovascular, que funge el papel de Cardiólogo, Internista, electro fisiólogo, Hemodinamísta e intensivista”.
“El mismo Dr. que despidió al electro fisiólogo Ibáñez, le hizo la vida imposible a la Dra. Ma Patricia, está discutiendo con el actual electro fisiólogo Dr. Malaber, quien dijo se iría. El mismo a quien el Dr. Carreño, hemodinamista, invitó a darse golpes en el parqueadero y a quien el Dr. Parodi le pegó 2 cachetadas en una revista en la clínica. El mismo por el que hoy 5 especialistas ya tienen planes formales de irse de la clínica”.
La Fundación Cardiovascular de Santa Marta hoy funciona sin eco cardiografía las 24 horas, pues ésta solo funciona 6 horas en la mañana. No hay cardiólogo para la atención nocturna, los sábados, domingos ni feriados y la hemodinamia sólo funciona 2 veces a la semana.
No obstante que de acuerdo con la Ley 100 de 1993 la supervisión, inspección y vigilancia en el nivel territorial corresponde a las Direcciones Seccionales, Distritales y Municipales de salud son muchas las evidencias que prueban que esta función no se cumple en Santa Marta y en las narices del Alcalde y la Secretaría de Salud funcionan UCIs con semejantes falencias.
Día a día sólo Dios sabe cuántas personas mueren, no a causa de la gravedad sus enfermedades o afecciones sino victimas de verdaderos homicidios derivado de la purita negligencia clínica. Deben ser muchos quienes hoy han padecido el drama de ser notificados de la muerte de su ser querido luego de haberlo dejado confiados al cuidado de unas clínicas que carecen de lo mínimo para garantizarles la vida.
Por ello no tengo el menor temor en afirmar que en Santa Marta no sólo las balas matan!
DE ÑAPA: Anteayer murió una joven de 22 años en la clínica de la Fundación Cardiovascular de Santa Marta afectada por una colagenosis (Lupus) quien consultó a urgencias por un dolor abdominal y mal estado general, ella duró más de un día hospitalizada sin valoración por internista ni cirujano y finalmente la terminó matando la total desatención de la clínica en que confió ayudada por una letal peritonitis.
Fuente El Heraldo
ALEJANDRO ARIAS
@ALEJANDRO_ARIA2
alejandroarias@dialnet.net.co
No hay comentarios:
Publicar un comentario