UN PARAISO EN EL CARIBE, DONDE EL UNICO PELIGRO ES QUE TE VAS A QUERER QUEDAR

lunes, 14 de mayo de 2012

NOS DUELE EN EL ALMA LO QUE PASA EN SANTA MARTA.



Durante muchos años, se ha tratado de que Santa Marta tenga una proyección turística y un reconocimiento internacional, y buscando alcanzar este objetivo varios gremios, entidades y personas hemos realizado pequeños, medianos y grandes esfuerzos, que han logrado  ubicarnos en el mapa turístico mundial. Y cada día son mas las turistas extranjeros interesados en visitar nuestras hermosas bellezas naturales, atractivos turísticos y sitios históricos de la ciudad.

Sin embargo es doloroso ver como esos mismos turistas que vienen a visitarnos, terminan observando y viviendo un gran contrastes en la ciudad, el cual podemos ver claramente como visitantes que arribaban  por el puerto de Santa Marta,  se encontraba con el recibimiento de aguas negras, basuras y malos olores que los esperaban a la salida de la terminal marítima, producto del vertedero al mar de aguas lluvias revueltas con negras ubicado a un costado de la Sociedad Portuaria de Santa Marta y frente a la puerta para viajeros de la misma.

Tambien  podemos ver como el algunos miembros del servicio publico y del comercio de la ciudad se  aprovechan de estos mismos turistas que desorientados  e ignorantes de precios y tarifas, le son cobradas sumas especulativas por servicios prestados como transporte hospedajes, alimentación e inclusive por la compra de productos tecnológicos y souvenires.

A esto tambien le podemos añadir el hecho de que Santa Marta es una ciudad que cuenta con pocos guías turísticos entrenados, certificados y que hablan por lo menos un idioma diferente al español. Y continuemos caminando nuestra hermosa ciudad, paraíso en el caribe, pero a su vez poco aprovechada y explotada eficientemente por sus nativos y gobierno distrital desde hace muchos años.

Ahora bien. tampoco es justo que en una entidad burocrática como es la capitanía de puertos de Santa Marta, quien es dirigida por una persona que no es samaria y que en su ciudad no tiene mar, venga a imponer a propios y visitantes una reglamentación de playas, en la cual pretende cerrar el acceso a las playas de la ciudad, apoyándose en la fuerza publica, desde tempranas horas de la noche, dejando de esta manera a los turistas sin un lugar propio de esparcimiento y diversión, donde pueden compartir sanamente, como tradicionalmente lo han hecho desde varias décadas atrás. Y no hablo de entrarse al mar, me refiero al perímetro de arena que representa la playa del rodadero, y con un conocimiento vivencial porque en mas de una ocasión me he visto interviniendo ante el comandante de la estación de policía del rodadero ubicada sobre el camellón de la ciudad con el fin de poder reclamar por los derechos de los turistas que disfrutan de la brisa y el olor a mar.
Por que la policía, cumpliendo la absurda orden de los faraneos capitanes de puerto de nuestra ciudad, obligan a la gente a abandonar las playas casi que a la fuerza y ademas apagando no se quien, las pantallas y reflectores de la playa, generando una penumbra y aumentando las posibilidades de que delincuentes oportunistas comentan sus actos delictivos a los allí  apostados..

Ahora, no me refiero al hecho que los turistas se bañen o no en las playas en horas de las noche,  refiero al derecho de sano esparcimiento y diversión a que tenemos  en lugares públicos y sobre todo en centros turísticos como lo es Santa Marta y en especial en el rodadero, algo que en otras ciudades del mundo dedicadas al turismo no se ve, si no que por el contrario, son impulsados este tipo de actividades, porque son generadores de trabajo, riquezas e inversión en la ciudad.

Y para terminar de agravar la situación, la mala preparación, actitud grosera y desinterés en su labor  de algunos funcionarios públicos con cargos claves para el apoyo y gestión ante nuestro visitantes. Genera en la ciudad un clima de inconformismos por la pésima calidad de servicio prestado para suplir la necesidad de nuestros viajeros y el caso mas palpable es el que ha vivido el frances Gilles Pfeiffer, quien deseo visitar la ciudad en su lujoso catamaran y se encontró que le fue confiscado por personal ineficiente de la DIAN, quien al desconocer la lejislacion aplicada a estas naves turísticas y deportivas, procedieron a violar los derechos del frances y por ende las leyes colombianas. perjudicándole por 4 meses de estadía obligada y trágica en la ciudad, donde el embajador frances en colombia tuvo que apersonarse de la situación porque no se le estaban garantizando los derechos al extranjero. ¿O acaso estaban esperando algo en especial para soltar la embarcación ?. ¡Porque tenían que soltarla!

ME PREGUNTO ¿QUE NOS PASA EN SANTA MARTA

Sera que todavía  no estamos preparados para que vengan los extranjeros a disfrutar plenamente de nuestra ciudad ?, ¿ O acaso tenemos los funcionarios mas incompetentes para manejar una ciudad turística  

! YA ESTA BUENO, TENEMOS QUE DESPERTAR Y NO DEJARNOS ROBAR AQUELLOS LOGROS POR LOS QUE POR TANTOS AÑOS HEMOS LUCHADO, PROMOCIONADO Y DEFENDIDO¡

Por Santa Marta en el Corazón
F.H.D

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