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viernes, 8 de junio de 2012

Colmenares "Rey de las Mujeres"  Exnovia y amigalo recuerdan.


Aficionado a la música vallenata, Luis Andrés daba la vida por las composiciones de Peter Manjarrés, quien gracias a una gestión adelantada por uno de sus tíos terminó por mencionar el nombre del fanático en uno de sus temas más populares. Foto: Archivo / Terra Colombia

Aficionado a la música vallenata, Luis Andrés daba la vida por las composiciones de Peter Manjarrés, quien gracias a una gestión adelantada por uno de sus tíos terminó por mencionar el nombre del fanático en uno de sus temas más populares

Una de las muchas novias que tuvo Luis Andrés Colmenares y otra de las tantas buenas amigas que siempre lo rodearon a lo largo de sus escasos 20 años de vida recordaron algunos aspectos de la carismática personalidad del alegre muchacho quien este 23 de mayo cumpliría 22 años de vida, tendría un título como ingeniero industrial y estaría ad portas de recibirse como economista de la universidad que adoraba.
Atrás van quedando los comentarios y especulaciones sobre las posibles causas de su muerte, ocurrida en extrañas circunstancias durante la madrugada del domingo 31 de octubre de 2010 que las tomó a las dos por sorpresa, de acuerdo con los cuales se especulaba con la posibilidad de que estuviera borracho o hubiera podido sufrir un accidente producto del efecto producido por algún tipo de droga que ellas siempre han desvirtuado gracias al profundo conocimiento que tenían del novio y el amigo.
''Lo primero que pensé cuando me llamaron a preguntar por él fue que se había quedado en la casa de un amigo, de manera que lo primero que hice fue publicar en Facebook una pequeña nota preguntando por su paradero a la que casi todo el mundo respondió que seguramente se había quedado dormido porque Luis realmente era una persona muy tranquila y juiciosa a la que rara vez lo vi tomando trago'', recuerda la amiga del joven, quien al igual que su exnovia prefirió  guardar el anonimato.
La muchacha nunca olvidará que hacia las 6:40 de la tarde de ese domingo alguien volvió a llamarla desde el teléfono celular de Luis Andrés, por lo que su reacción inicial fue la de reconvenirlo por el tremendo susto que les había dado a todos, para luego recibir la noticia de que el joven estaba muerto por boca de su propio hermano, Jorge Luis Colmenares, quien tampoco pudo contener las lágrimas y se atacó a llorar en el acto.
''Lucho  acababa de salir  a rumbear con sus amigos como lo puede hacer cualquiera y de pronto termina así'', recuerda la joven para quien el papel de doña Oneida Escobar, madre de Luis Andrés, ha resultado fundamental en la reapertura de un proceso cuyas primeras pesquisas fueron adelantadas en medio de la más absoluta reserva.
Así es como durante los funerales de Luis Andrés celebrados en la población de Villanueva (Guajira), la señora no dudó en pedirle a su hijo que se fijara en el rostro del joven, cuyas siete heridas llamaron su atención desde entonces y fueron la causa de que se ordenara una nueva autopsia, sumado al hecho tantas veces relatado respecto al sueño que tuvo doña Oneida en el que su hijo le insistía en que buscara la respuesta sobre lo sucedido ese 31 de octubre en su propio cuerpo.
¿CÓMO ERA LUIS ANDRÉS?
Mucha gente que solo lo conoció de vista en la natal población de sus padres, comentaba respecto al simpático joven de impecable sonrisa que Luis Andrés era un ''gomelo'' en toda la extensión  de la palabra, a juzgar por ese hablado tan característico de las personas del interior que hacía que pareciera como si siempre tuviera una papa caliente en la boca.
''Todos los diciembres nos sentábamos en un parque con un grupo de amigos entre los que estaba Jorge Luis, y al que no tardó en sumarse su hermano al poco tiempo'', recuerda la amiga del brillante estudiante de ingeniería y economía. Corría el año de 2007.
''Una de mis mejores amigas le gustaba a él, de manera que no tardaron en volverse muy amigos, aunque a la larga terminó teniendo una relación mucho más estrecha conmigo''', asevera una de sus mejores amigas a quien en algún momento llegó a cortejar sin pasar del esporádico coqueteo.
''Luis Andrés no era bonito pero la forma de ser de él era la de una persona que tenía ángel y solía desarmar a cualquiera con la sola sonrisa; inspiraba confianza'', asegura la joven cuya prima terminó ''cuadrada'' con el muchacho durante una de las temporadas que la familia Colmenares solía pasar en la Costa Atlántica para finales de año.
Coqueto en extremo, Luis Andrés se tomaba muy poco tiempo en dar inicio a unos fugaces cortejos, en los que la perseverancia y su excesiva caballerosidad eran dos de sus principales rasgos más característicos, conforme lo recuerda una de sus muchas exnovias.
''Luis Andrés sabía para dónde iba y qué quería porque la verdad es que era una persona muy aterrizada'', recuerda la joven, quien no olvida las metas tan definidas que tenía el muchacho a una edad en la que muchos no saben qué esperar de la vida: terminar sus carreras de ingeniería industrial y hacer una especialización en el exterior.
''Luis no era una persona hueca y por el contrario puedo decir que se trataba de una persona muy inteligente que podía hablarte con propiedad de cualquier tema que le pusieran. Yo por ejemplo era una tapia para las matemáticas y él siempre sacaba el tiempo para explicarme porque además era muy solidario'', recuerda la amiga y esporádica alumna de algunas lecciones.
Sin embargo, al parecer Luis Andrés habría cambiado no bien hizo su ingreso en la Universidad de los Andes, centro educativo donde tradicionalmente se educan las élites y donde luego de cursar los primeros días de clase su para entonces novia oficial le salió con el ''cuento raro'' de que sus nuevos compañeros le decían que ella solo estaba con él por plata.
“Luis vivía muy orgulloso de su universidad, y todo estaba relacionado con ese mundo. Pensar que hasta el momento le han dado la espalda tiene muy dolidos a sus padres”, comenta la exnovia del  aplicado estudiante para quien ingresar a cursar sus dos carreras en los Andes era uno de sus principales sueños.
UN PARRANDERO FUERA DE LO COMÚN

Tomador social, Luis Andrés era poco amigo de emborracharse aunque a veces llegara a tomarse uno o dos tragos de vodka, su trago favorito y el mismo que al parecer tomó durante la última fiesta que tuvo en vida.
''A veces salía con sus cuentos raros'', recuerda la exnovia para quien parte de los recuerdos asociados a Luis Andrés se remiten a las constantes alusiones a la alta posición que ocupaba su padre en la Contaduría General de la Nación, no obstante reconocer que el muchacho, no por muerto, en realidad era una gran persona aunque un también un poco tragón porque algún defecto también tenía que tener el muchacho.
''Yo a Villanueva solo vengo en diciembre'', solía decir con cierto dejo de sobradez puesto que las vacaciones de mitad de año las pasaba en Estados Unidos u otros países a los que viajaba con relativa frecuencia en compañía de un papá a quien adoraba y quien siempre a doña Oneida y una autentica parranda de primos vivían pendientes de su muchacho.
Era una persona tan respetuosa, recuerda el fugaz amor del joven, que si llegaba a pasarse era porque yo lo dejaba, porque la verdad es que se trataba de una persona muy correcta y respetuosa.
''Había que verlo gritando y bailando en un festival porque él no se perdía ninguna de las festividades que se celebraban en Villanueva por el mes de septiembre a las que siembre iba'', recuerdan con tristeza las dos jóvenes, quienes todavía no pueden creer lo que le ocurrió a su amigo del alma, para quien solo esperan que su alma logre descansar en paz algún día.
''A veces imagino que lo voy a ver así como se murió'', relata la exnovia al recordar las imágenes del rostro deformado de Luis Andrés que circulan en internet, cuyo recuerdo dista un poco del que tiene su amiga, quien asegura haberlo visto sentado en la sala de su propia casa pocos días después de su inexplicable fallecimiento.
''Luis no me habla pero a veces me sueño que a él lo siguen buscando para matarlo'', concluye la exnovia y amiga.
''EL REY DE LAS MUJERES''
Aficionado a la música vallenata, Luis Andrés daba la vida por las composiciones de Peter Manjarrés, quien gracias a una gestión adelantada por uno de sus tíos terminó por mencionar el nombre del fanático en uno de sus temas más populares: “El rey de las mujeres”.
''Ahora dicen por ahí que soy el rey de las mujeres / Preguntan qué es lo que tengo / Ellas todas me prefieren'', reza uno de los apartes de la letra dedicada ''a Juan Carlos Forero y Luis Andrés colmenares, en Bogotá'' cuya interpretación llego a oídos de Luis Andrés durante una de sus vacaciones en Estados Unidos, y con la que solía alardear con sus compañeros de los Andes días más tarde.
Dedicatoria que concluiría con la visita del propio Manjarrés a la funeraria donde se suponía que sería velado el cuerpo de su más ferviente admirador, aunque la demora en la entrega del cuerpo por parte del Instituto de Medicina Legal terminó por ocasionar que se decidiera el traslados de los restos mortales directamente a Villanueva por expreso deseo de doña Oneida.
Bailarín excepcional, Luis Andrés se gozaba la música que le pusieran de manera que no resultaba extraño que terminara conquistando a toda aquella mujer por la que se interesara. “¡Levantaba mujeres!”, coinciden las dos muchachas para enumerar una lista bastante extensa para la edad del joven.
Noviero a más no poder, cada vez que Luis Andrés se dejaba ver por Villanueva era con una niña diferente, por lo que no era difícil verlo de vez en cuando pasear conduciendo el carro de sus papás, siempre muy bien puesto y muy acicalado cuando se trataba de andar en plan de conquista.
Cuando no era recorriendo media población a píe en procura de llevarle serenata a cuanta niña bonita había en Villanueva, en compañía de su primo y el hermano para desearles a todas un feliz año. Tradición que a pesar de la tragedia Jorge Luis se ha empeñado en mantener contra viento y marea.
Amigo incondicional de sus amigos, para la joven siempre será motivo de incertidumbre los motivos que han llevado a Juan Pablo Valderrama,  amigo del alma de Luis Andrés, a guardar un silencio sepulcral respecto a lo acontecido durante la fatídica madrugada en que se registró su trágico e inexplicable deceso, aparte de referirse en unos términos tan despectivos durante la infructuosa búsqueda adelantada en los alrededores del caño.
fuente noticias terra.com

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