“Jorge 40 escogió a dedo los candidatos del Pacto de Chivolo”, dice implicado.
“Era una caseta, en la calle principal o central; había música a alto volumen, con unos parlantes en la entrada. Había un tumulto de gente...”.
De esta forma, uno de los implicados en el llamado Pacto de Chivolo le describió a un fiscal especializado, adscrito a la Unidad Nacional contra el Terrorismo, el sitio del corregimiento La Estrella donde el 28 de septiembre del 2000 se suscribió el documento que hoy tiene entre las cuerdas a más de 400 políticos del Magdalena, entre ellos ex concejales, ex alcaldes y ex diputados.
“Cuando nos invitaron a esa reunión jamás se mencionó que allí iban a estar personas por fuera de la ley”, agregó el sindicado.
Sin embargo, la realidad era que Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, estaba allí, acompañado de Neyla Soto, la entonces temida comandante ‘para’ conocida con el remoquete de Doña Sonia.
Fue Jorge 40 quien impartió las instrucciones y quien explicó el motivo de la convocatoria. Dicen que el ex jefe paramilitar escogió a dedo a los candidatos y que lo hacía teniendo en cuenta aspectos inherentes a la personalidad y al oficio, por ejemplo, su nivel cultural, educativo, su hoja de vida y su trabajo en pro del ente territorial al cual representaba.
Lo que pretendía era tomarse el poder político con personas de la provincia, que fueran conocidos por todos. De allí el nombre del movimiento político que los agrupó: Provincia Unida.
Dicen que Rodrigo Tovar Pupo dijo en apartes de su intervención: “Estamos reunidos para escoger candidatos que sean de aquí, de la región porque eso ayudaría a bajar costos”.
A La Estrella, el corregimiento de Chivolo sede de la que también denominaron “convención”, llegaron políticos de los municipios de Pedraza, Plato, Nueva Granada, Tenerife, Ariguaní, Sabanas de San Ángel, Pivijay, Concordia, Cerro de San Antonio, Algarrobo, Zapayán, Salamina y El Piñón.
EL HERALDO conoció que en las últimas horas, cuatro implicados en el Pacto de Chivolo se presentaron voluntariamente a la sede del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía en Santa Marta.
Sus nombres no fueron revelados, pues el hermetismo del ente judicial en esta ciudad es total. “Toda la información se desprende desde Bogotá”, dijo un funcionario en Santa Marta.
Por Redacción Regional
El Heraldo
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