Bacrim reclutan menores para cometer asesinatos en Cúcuta

La Policía ha recuperado a dos menores de edad que habían cometido alguna actividad criminal

En menos de una semana, la Policía Metropolitana de Cúcuta ha capturado a dos jovencitos de 12 y 15 años de edad, quienes llegaron de Bucaramanga para atentar contra dos comerciantes de la ciudad, que por fortuna se salvaron de morir de las balas asesinas.

El más reciente caso ocurrió el pasado miércoles, a las 5:00 a.m., cuando Néstor Uriel Cañas Pabón, de 37 años y quien atendía su negocio de venta de hortalizas en la Central de Abastos de Cúcuta, recibió un tiro en el pómulo que por poco le cuesta la vida.

Su agresor fue un niño de 12 años, quien al instante fue capturado por la Policía, aunque el arma se la llevó otro menor que lo acompañaba, tras haberla abandonado en una cesta de productos que había en el lugar.

Una semana antes, otro menor de 15 años también fue capturado cuando intentó asesinar a un ciudadano en el barrio Aeropuerto, en compañía de un adulto, a quienes les decomisaron una pistola con un proveedor y 10 cartuchos, sin permiso para porte o tenencia.

El coronel Óscar López, comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, confirmó que ambos casos guardan relación en que los menores provienen de Bucaramanga, donde laboraban en una plaza de mercado de esa ciudad, y que además hay un tercer adolescente que estaría en las calles cucuteñas.

"Se ha conocido que mediante engaños y falsas promesas, los jóvenes habrían sido traídos a Cúcuta por un hombre y luego serían utilizados por las bandas criminales como medio para atentar contra estos ciudadanos. Elementos de juicio y análisis nos permiten inferir que, al parecer, estructuras criminales asociadas con los 'Urabeños' se encuentran realizando estos hechos", dijo el oficial.

Agregó que ya tienen unos indicios y elementos claves que apuntan hacia las personas que trajeron a los menores a esta capital, por lo que están pendientes de ubicar sus órdenes de captura.

La Seccional de Investigación Criminal (Sijín) también pudo establecer que los menores de edad, al llegar a la capital nortesantandereana, son entrenados por adultos sobre el manejo de las armas y luego enviados a cometer los homicidios, apoyados por un motorizado para sacarlos de la escena criminal.

Los dos jóvenes fueron dejados a disposición del Centro de Protección para Adolescentes (Cespa), mientras que las personas heridas con armas de fuego reciben atención médica especializada en centros asistenciales de Cúcuta.

Fuente El Tiempo