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viernes, 10 de agosto de 2012


Que responda la Curaduría




No es desconocido para los samarios y visitantes que en los últimos años la ciudad ha mostrado una importante dinámica de crecimiento inmobiliario, lo que para algunos obedece al desarrollo de proyectos como el Plan Vial del Norte, la ampliación de redes de servicios y las estrategias de promoción de la ciudad como destino turístico a nivel nacional e internacional; con esto, se ha logrado promover una imagen atractiva para el inversionista privado.

Es de anotar sin embargo que si bien el crecimiento inmobiliario de la ciudad podría ser considerado de manera indistinta como sinónimo de desarrollo urbanístico, lo cierto es que para que esto sea posible, se requiere que las autoridades competentes ejerzan de manera oportuna el control y regulación del crecimiento urbano, de tal manera que las iniciativas que se desarrollen no contravengan las disposiciones legales y las proyecciones de planificación territorial establecidas.

En el marco del crecimiento inmobiliario que se menciona, recientemente se ha observado el inicio de una construcción que se ubica justamente sobre la margen izquierda de la vía que comunica el sector de El Rodadero - Gaira con el Centro de la ciudad de Santa Marta, conocida como el corredor de Ziruma; esta construcción que de acuerdo con la valla de Licencia de Construcción que autoriza la Curaduría Urbana N° 1, corresponde al proyecto Residencial San Fernando, llama entre otras cosas la atención porque precisamente este corredor es uno de los ejes de articulación y conectividad más importantes de la ciudad; esto, fue corroborado por el estudio de movilidad realizado entre los años 2005 y 2006 por la Universidad Nacional de Colombia, el cual le ha servido a la ciudad como insumo fundamental para identificar los atributos de la movilidad, caracterizar la malla vial existente, así como sus necesidades de intervención.

En conjunto con lo mencionado y de acuerdo con las indagaciones realizadas, encontramos que la vía del Ziruma está proyectada en el alcance progresivo del Plan Vial del Norte, como un corredor en Doble Calzada que permitirá mejorar la movilidad y accesibilidad de la ciudad; siendo esto aún más importante si se tiene en cuenta que la ciudad tiene limitadas sus posibilidades de expansión vial para conectar zonas consolidadas como las del centro y El Rodadero.

En este sentido el desarrollo de intervenciones que desconocen las propuestas a futuro de este corredor, estarían constituyéndose en obstrucciones y/o riesgos para las posibilidades de desarrollo vial, urbanístico y el mejoramiento de la movilidad como tal, ya que esto significaría mayor inversión en tiempo y recursos para el eventual proceso de adquisición de predios e indemnizaciones a propietarios, así como mayores costos en la etapa de construcción de obras.

Así las cosas y por tratarse de proyectos de interés general, las autoridades distritales y el departamento como responsable del proyecto Plan Vial del Norte en todos sus alcances, deben analizar la visión del desarrollo territorial de Santa Marta, de tal forma que se articulen sus propuestas y proyectos y no se haga de estos unas apuestas inviables en el mediano y largo plazo para la ciudad.

También es necesario que las Curadurías Urbanas, conozcan suficientemente de estos planes y proyecciones para que se abstengan de otorgar permisos que irían en contravía de los planes de expansión que beneficiarían a la ciudad. Y como hemos visto en muchos de los casos que hemos denunciado a través de este medio, casos como el de la Avenida del Ferrocarril, antiguo Club Bavaria en la Avenida Libertador con las Clínicas de Saludcoop y Salud Total, dichos curadores deben responder por las licencias otorgadas que impidan el desarrollo del Distrito y su gente.

Fuente el informador

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